SM500
Montaje superficial (1.200 lb)
¿Qué es una cerradura electrónica? Las cerraduras aseguran las puertas. Las cerraduras electrónicas son alimentadas por electricidad en lugar de llaves mecánicas. ¡Aprende más hoy!
Desliza para obtener más información
Empecemos por lo sencillo. Las cerraduras son dispositivos que aseguran una puerta o entrada para controlar qué personas pueden acceder a ella. Existen muchos tipos diferentes de cerraduras en el mundo, cada una con sus propias ventajas e inconvenientes. La mayoría de la gente está familiarizada con las cerraduras mecánicas, como las que se utilizan en las puertas exteriores de las casas. Se controlan con una llave física o una palanca que libera un mecanismo dentro de la cerradura.
En cambio, las cerraduras electrónicas se controlan mediante corriente eléctrica. Hay tres tipos de cerraduras electrónicas que aseguran la puerta de distintas formas. Entre ellas están los imanes, los cierres metálicos y los cerrojos motorizados.
Utilizar cerraduras electrónicas en lugar de mecánicas tiene muchas ventajas. Para empezar, como no hay cerradura física en una cerradura eléctrica o magnética, no se puede forzar. Las cerraduras electrónicas también están automatizadas, mientras que en una cerradura tradicional alguien debe acordarse de cerrarla, lo que aumenta el riesgo de error humano.
Las cerraduras electrónicas están diseñadas para utilizarse con sistemas de control de acceso. Estos pueden ser sistemas en línea o independientes. La principal ventaja del control de accesos es que simplifica la tarea de garantizar que sólo las personas autorizadas puedan entrar en las zonas restringidas. Hacer copias de llaves nuevas para cada persona que las necesita es caro y lleva mucho tiempo, y es difícil hacer un seguimiento de quién tiene cada llave. Con cerraduras electrónicas y un sistema de control de acceso, los usuarios y sus credenciales pueden añadirse, cambiarse o eliminarse fácilmente.
Otra ventaja es la supervisión y visibilidad que ofrecen las cerraduras electrónicas. Cuando una puerta se abre con una cerradura y llave tradicional, no hay forma de saber quién la ha utilizado y cuándo. Las cerraduras electrónicas pueden supervisar y mantener un registro de eventos para saber exactamente quién entra y sale de una zona en un momento determinado.
Existen tres tipos principales de dispositivos electrónicos de cierre:
Cada uno utiliza un método diferente para mantener la puerta asegurada. Cada uno tiene sus propias ventajas y desvantajas, y cada cerradura se adapta mejor a una puerta o edificio.
Los electroimanes constan de dos partes principales: un electroimán y una placa de armadura. La placa de armadura se fija a la propia hoja de la puerta, mientras que el imán se fija al marco de la puerta. Cuando se aplica corriente eléctrica a través del circuito, el imán se enciende y crea un potente campo magnético. La placa de la armadura se ve fuertemente atraída por el imán, y esta fuerza de atracción mantiene la puerta cerrada. Cuando se quita la corriente, el campo magnético disminuye y la puerta se abre.
Las cerraduras electromagnéticas son especialmente adecuadas para las salidas de emergencia y las puertas cortafuegos que deben permitir la salida libre en caso de emergencia, así como para las puertas de cristal en las que no se pueden instalar cerraderos eléctricos.
Los abrepuertas eléctricos constan de dos componentes principales: un pestillo motorizado y una placa frontal. Existen modelos a prueba de fallo y a prueba de fallo seguro, que se comportan de forma diferente cuando se conecta o desconecta la alimentación.
La placa frontal del cerradero se instala en el marco de la puerta y atrapa el pestillo o cerrojo motorizado que se instala en la hoja de la puerta. Cuando el cerradero se activa, ya sea por la aplicación o la eliminación de la energía, se mueve hacia atrás para liberar el pestillo o cerrojo de la puerta y permitir que la puerta se abra.
Los cerraderos son útiles en una serie de contextos en los que otros tipos de cerradura no son adecuados:
Las cerraduras electrónicas pueden ser a prueba de fallo o a prueba de fallo seguro. Las cerraduras electromagnéticas tienden a ser a prueba de fallos por naturaleza. Otras, como las cerraduras eléctricas, pueden ser una u otra o ajustables en función de las necesidades del proyecto.
A prueba de fallo seguro significa que la cerradura se abre cuando se corta la corriente. Las cerraduras a prueba de fallo seguro se utilizan principalmente para garantizar una salida segura en caso de emergencia. En caso de apagón, la puerta se abrirá libremente y permitirá la salida de las personas.
A prueba de fallos significa que la cerradura se abre cuando se conecta la alimentación eléctrica. Por tanto, en caso de corte de corriente, la puerta permanecerá cerrada y mantendrá protegidos los bienes que se encuentren en su interior.